Desde la más tierna edad, el ser humano debería tener coraje para aceptar la consciencia que tiene. El debería aprender a ver sus errores y las cualidades ajenas y propias. Lo que ocurre, sin embargo, es que la propia organización social le ayuda a huir de la Conscientización. De ese modo, tanto los hombres neuróticos, que dominan a una sociedad desequilibrada e invertida, asi como las mujeres que hacen la misma cosa son fruto de una educación invertida de mimos, de facilidad en la corrupción, en la envidia y en el egocentrismo, que está llevando al planeta a la destrucción. Actualmente, estamos en riesgo de privarnos de elementos esenciales como el agua. Hasta incluso los círculos polares de hielo y las nieves eternas de las montañas se están derritiendo y desapareciendo; todo eso no se necesitaría que estuviera ocurriendo si no imperase la inversión en la sociedad.