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El Psicoanalista: El Médico del Alma

 


Norberto R. Keppe
Extracto del Libro La Medicina del Alma

 

 

Algunos especialistas mas arrojados llegan a decir  que la verdadera medicina es el psicoanálisis. Y crean una polémica  en torno al primer origen de las enfermedades como en la antigua frase: ” ¿Quien existió primero, la gallina o el huevo?”


Al contrario muchos médicos buscan encontrar la causa de la neurosis en la química orgánica, a semejanza de muchos psiquiatras con las psicosis.


Probablemente existe esa discusión de admitirse en el ser humano un principio no sensorial, que es el psiquismo.


Evidentemente no quiero incurrir en el error platónico  de admitir dos entidades distintas en la formación del hombre. Pues, psique y cuerpo funcionan como un todo, recibiendo influencia mutua. Por este motivo cuando un cirujano elimina un foco infeccioso, el individuo se siente mas tranquilo o cundo tiene su problema neurótico resuelto, elimina concomitantemente las enfermedades orgánicas. Pero, ni el mal psicológico podrá ser eliminado definitivamente  por el bisturí  y por los remedios, así como en la  existencia de un compromiso físico el medicamento tiene su valor inestimable.


Así como no se acude al medico cuando se esta sano, nadie busca al psicoanalista sin ser portador de síntomas que lo hagan sufrir. No fue creada aun una medicina del alma preventiva, que funcione satisfactoriamente.


De este modo solamente el dividuo realmente enfermo va al especialista. Y cuando llega  a este punto, necesita realmente de  uno o de los  dos tipos de tratamiento.


Generalmente es inútil aconsejar al portador de una ulcera, de bronquitis, etc., que  haga un psicoanálisis. El mal orgánico es agudo y desvía toda su atención. Y no solo por eso, sino que a través de él, el enfermo encuentra el afecto y la protección que siempre quiso y no consigue admitir la posibilidad de salir de tal situación. En este caso, ¿Como podría actuar el psicoanalista y llevarlo justamente a lo contrario de lo que el desea?


Los lectores podrán notar que en el  sentido que nosotros estamos desarrollando, la neurosis constituye el primer factor etiológico  de todas las enfermedades, psíquicas y orgánicas.


El lego en psicoanálisis cree que  la finalidad primordial de ese tratamiento es volver al individuo bueno,. Evidentemente  eso seria aumentar el proceso neurótico, por cuanto forzaría una censura  mayor, factor responsable de la enfermedad.


El psicoanálisis busca mucho más volver al individuo auténtico, veraz en sus iniciativas, libre y sincero, lo más espontaneo posible. Su finalidad no es la de volver a los hombres “santos”, sino simplemente criaturas que tienen consciencia de su función, de sus impulsos y voluntad. La sociedad es hipócrita y esta en crisis porque finge demasiado. No podemos aceptar más este estado de cosas y por eso vamos al fondo  en nuestros análisis, hasta que la verdad surja, así duela.


Toda nuestra conducta es condicionada por censuras. Vamos de una vez a tener el coraje  de abrir los ojos, para ver y  apuntar a la realidad.


No adelanta cambiar solo los aspectos externos: el cabello,  el vestuario, o el automóvil. Vamos directamente al problema para resolverlo. Esta es la función del psicoanalista, el medico del alma, que no puede vivir en la mentira.


Sabemos que no es pequeño el número de personas que buscan los balnearios, los alimentos más recomendados por los nutricionistas  y están dispuestos a ingerir cualquier remedio para poder conservar su juventud por más tiempo.  Todos los medios físicos son buscados  y el principal, aquel que de hecho  es el verdadero responsable de la belleza  y juventud  del cuerpo no es  atendido: el alma con todas sus manifestaciones.


El individuo puede ser un Adonis o una Venus a los treinta, cuarenta o cincuenta años o por el contrario, una bruja o un animal feroz, a los veinte, en el caso de dar énfasis a los factores positivos o negativos  de su vida psíquica.


Los cuidados del alma  no solo  favorecen la salud orgánica  sino que traen mayor  perfeccion al cuerpo. El equilibrio psíquico perfecciona el físico.


 

 

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